|
[Salud] Meridianos naturalmente despejadosWu Chao Hui (JEFFI CHAO HUI WU) Fecha del artículo: 20-6-2025, viernes, 4:37 p.m. La gran mayoría de las personas nacen con los meridianos completamente despejados. En ese momento, el cuerpo aún no ha sido contaminado por el estilo de vida, los músculos y huesos no han sido moldeados por fuerzas externas, la respiración fluye de manera natural, y la circulación de qi y sangre es coordinada y sin obstáculos, haciendo que la persona sea como un ecosistema no perturbado. La razón por la cual los bebés duermen profundamente, lloran con fuerza, tienen un gran apetito y extremidades suaves es porque en esa etapa se encuentran en un estado muy cercano a la "fuente natural". En ese estado, los meridianos no necesitan ser "desbloqueados", sino que son "naturales" por sí mismos. Al estar acostado de espaldas, la columna vertebral se extiende, cuando la respiración es estable, el qi entra en el dantian, al llorar, la voz surge del dantian sin dañar la garganta, y durante el sueño, aunque inconscientes, el cuerpo sigue moviéndose levemente y el qi circula en silencio; cada manifestación fisiológica revela en realidad la función de autoajuste que el sistema corporal debería tener. Y eso es el "camino del qi y la sangre" que originalmente poseíamos, pero que luego perdimos poco a poco. Sin embargo, esta fluidez no significa que sea permanente. A medida que las personas crecen, el cuerpo entra gradualmente en un proceso de ajuste estructural pasivo. El uso prematuro de almohadas provoca cambios en la curvatura natural de la columna cervical; una postura incorrecta comprime el flujo de energía descendente entre la zona lumbar y el coxis; el uso prolongado de dispositivos electrónicos provoca rigidez en los hombros y el cuello, retracción del pecho, elevación del diafragma y respiración superficial. Además, una dieta refinada, horarios desordenados, desgaste emocional, sedentarismo, e incluso vestimenta inadecuada y estructuras anormales en las suelas de los zapatos, son innumerables detalles que, aunque parecen irrelevantes, gradualmente bloquean los meridianos, transformando una red de energía y sangre que originalmente fluía sin obstáculos en un laberinto estructural lleno de bloqueos y deformaciones. Lo más grave es que esta degeneración ocurre de manera lenta, sin dolor ni molestias, y a menudo se ha arraigado profundamente antes de que te des cuenta. Al llegar a la adultez, la mayoría de las personas han perdido la verdadera capacidad de percepción de su propio cuerpo. El dolor ya no se considera una señal, sino simplemente algo que debe ser "aliviado"; la fatiga ya no es un recordatorio de autoprotección, sino que se considera "pereza"; la falta de aliento, la opresión en el pecho, la inquietud, los cambios de frío y calor, se convierten gradualmente en un "estado habitual". La humanidad utiliza innumerables medicamentos para enmascarar los síntomas, pero nunca se pregunta profundamente: ¿por qué me siento bloqueado? ¿Por qué un cuerpo que antes estaba libre de obstáculos ahora tiene dificultades para moverse? La respuesta no es complicada: porque ya no utilizas su estructura, sino que continúas distorsionando su camino. Esto es un verdadero reflejo de "los meridianos son naturalmente fluidos, pero son obstruidos por factores adquiridos". Muchas personas erróneamente creen que los meridianos se "abren" a través de la práctica posterior, pero en realidad no es así. El sistema de meridianos nunca ha dependido de la práctica para existir; siempre ha estado presente, solo que ha sido dañado por factores adquiridos. No es un "módulo de actualización" que se puede cargar externamente, sino una "red interna" innata. Una vez que el estilo de vida lo ha dañado, no importa qué escuela practiques, cuántos estilos entrenes, cuántos suplementos tomes o cuántas acupunturas recibas, solo podrás remediar la situación, no restaurar la estructura. La verdadera apertura proviene de entender desde la raíz por qué el qi y la sangre ya no fluyen por sí mismos, y de reconstruir la estructura del cuerpo para que recupere la sensación de flujo en cada postura, cada movimiento y cada respiración. Las técnicas pueden fortalecer, pero no pueden reemplazar; los medicamentos pueden regular, pero no pueden construir; solo tú mismo eres el verdadero mantenedor de los meridianos. Por lo tanto, el objetivo no es perseguir "qué tan fuerte es la energía", sino regresar a "qué tan natural es la forma". No se trata de preguntarse todos los días "¿a dónde ha llegado mi energía?", sino de detenerse a observar "¿dónde está bloqueada mi estructura?". Incluso si solo se trata de cambiar un hábito de movimiento, relajar un punto de tensión muscular o cambiar el ángulo de la postura, podría abrir un canal de energía que antes estaba desconectado. Y una vez que sientas ese momento en que esa "sutil fluidez" se reinicia, entenderás: el cuerpo nunca te ha traicionado, solo ha estado esperando que regreses a tu lugar. El "perseguimiento de los meridianos" contemporáneo a menudo se presenta como un "rompimiento contra la naturaleza", como si se necesitara un estiramiento extremo, largas horas de meditación en posición de loto y un doloroso esfuerzo para alcanzar la sensación de energía. Sin embargo, esa sensación, si no se basa en la restauración estructural, es en última instancia una ilusión acumulada. La verdadera apertura no es violenta, no es un esfuerzo doloroso, sino una especie de "resultado natural" que ocurre en silencio. La apertura es silenciosa, es suave, es esa sensación de que todo tu cuerpo responde en la respiración más natural. Y esta apertura es algo que ya poseías, solo que lo olvidaste más tarde. Por lo tanto, el flujo de los meridianos no es el resultado de una única práctica, sino un regreso a una forma de vida. Cuando comienzas a comer de manera más ligera, a dormir de manera más regular, a caminar de manera más equilibrada y a respirar con mayor profundidad, ya no necesitas "perseguir el qi y mover los meridianos", porque el qi fluirá por sí mismo y los meridianos se moverán naturalmente. Los bebés no logran la comunicación a través de "práctica", sino que no van en contra del camino natural, por lo que son "intrínsecamente comunicativos". Los adultos que desean recuperar esa comunicación no lo logran a través de "esfuerzo", sino a través de "regreso" — regresar a ese punto de partida donde uno está en unidad con el cielo y la tierra, donde la respiración y la columna vertebral están sincronizadas, y donde los músculos y huesos resuenan mutuamente con el qi y la sangre. Has tenido meridianos fluidos, ahora solo estás recuperando el camino que te pertenece. |
|